Al asegurar que no representa a ningún grupo ni corriente, Claudia Ruiz Massieu asumió anoche la presidencia nacional del PRI y pidió a sus compañeros confiar en ella para reformar al partido. Reconoció que el tricolor no alzó la voz a tiempo ante los casos de corrupción en sus filas, y falló a los ciudadanos al “acercarse demasiado a las élites”.
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