Peña Nieto cree que hizo la gran jugada al designar a José Antonio Meade como su sucesor por parte del PRI. Creyó, sin duda, que escogiendo a un no priísta él y su partido (con muy bajas simpatías ambos) pasarían a segundo plano en el campo político electoral en curso. Pero no es así y nadie con cinco dedos de frente lo piensa de verdad. El PRI es el PRI y si retomó el poder presidencial en 2012 fue porque el PAN resultó peor que el tricolor a pesar de que ambos son de derecha (neoliberales), igual de corruptos y autoritarios y, por si no fuera suficiente, incapaces de pensar en un México distinto al que han venido construyendo juntos desde que Salinas de Gortari los incorporó a sus políticas antipopulares y entreguistas. Dicho sea de paso, cuando los panistas aceptaron ser cómplices de Salinas de Gortari perdieron para siempre su perfil opositor; lo estamos viendo ahora sobre todo con los calderonistas que ya expresaron su inclinación por el “voto útil” por Meade. Para ellos como para los tricolores el partido es lo de menos, lo que les importa es el sistema del que han sido beneficiarios.
de La Jornada: Política http://ift.tt/2nB8LFL
No hay comentarios:
Publicar un comentario