El giro en materia migratoria de la Cuarta Transformación nos regresa a los niveles vergonzosos de una política errática y de cumplimiento de directrices dictadas desde Estados Unidos (EU), como ocurre a la mayoría de los países de América Central. Como lo veamos, hay un fuerte golpe al derecho mexicano en materia migratoria y a los acuerdos internacionales suscritos por el Estado. En un ambiente tenso, las potencias industriales se empeñan en desconocer los tratados internacionales logrados con el consenso de los países en el seno de la ONU y en otras instancias de esa organización. Además, se muestran decididas a atropellar las soberanías que a través del derecho se han dado los pueblos. De allí que, si acordamos convenios que dañen la esencia idiosincrásica de la nación, podríamos estar disminuyendo políticamente al Estado, que debería ser el primer baluarte en la defensa de esa soberanía teórica.
de La Jornada: Política http://bit.ly/31GXRy9
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