Estados Unidos de Norteamérica había tenido elecciones cerradas y polarizantes en su historia, pero nunca una en la que una buena parte del electorado creyera firmemente que los comicios se dieron bajo un proceso de fraude. La arquitectura de las redes sociales ha recreado el mundo bipolar, pero ya no entre comunismo y capitalismo, sino entre dos bandos –los que sean– que simplemente no pueden escuchar, y por ende, entender a quien piensa diferente. La diferencia se entiende como un agravio insoportable, un error a corregir, y no una característica propia de la sociedad y de la democracia.
de La Jornada: Política https://ift.tt/39JKmT9
No hay comentarios:
Publicar un comentario