Cuando el presidente del Sahara Occidental, Brahim Gali, cayó contagiado de Covid con síntomas graves, el gobierno de España reaccionó conforme a los preceptos humanitarios del derecho internacional y agilizó la acogida del mandatario en el momento en el que se tomó la decisión de llevarlo de Argelia a ese país. En el traslado y en el proceso de internación en el hospital de Logroño “se actuó con la mayor urgencia posible dada la delicada situación en la que se encontraba”, relata a La Jornada el diplomático Ahmed Mulay Ali Hamadi, en entrevista vía remota.
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