Este 20 de febrero se cumplen dos años de impunidad respecto al asesinato del defensor del territorio nahua Samir Flores Soberanes. El contexto no podría ser más desafortunado, pues no sólo no hay castigo para los responsables materiales e intelectuales, sino que continúan las pruebas en la termoeléctrica de Huexca y la disputa por el agua del río Cuautla que pertenece a los ejidatarios de Ayala. La termoeléctrica, el acueducto y el gasoducto forman parte del Proyecto Integral Morelos al que se opuso Samir hasta el último suspiro.
de La Jornada: Política https://ift.tt/2M6Wki0
No hay comentarios:
Publicar un comentario