El 22 de enero pasado fueron encontrados 19 cuerpos calcinados en el ejido Santa Anita, municipio de Camargo, Tamaulipas. A la fecha, la Fiscalía General de Justicia de ese estado ha informado que se ha podido identificar que 16 eran hombres, una era mujer y que dos quedan pendientes de reconocer. El macabro hallazgo removió las memorias de las dos masacres de San Fernando, en 2010, también en Tamaulipas, cuando fueron asesinados 72 migrantes (58 hombres y 14 mujeres), la de San Fernando en 2011, donde fueron masacradas 193 personas, también la mayoría migrantes, y la de Cadereyta, Nuevo León (2012), donde 49 migrantes fueron asesinados con extrema violencia. La impunidad que prevalece en las masacres de migrantes marca el contexto de vulnerabilidad que posibilitó esta nueva tragedia.
de La Jornada: Política https://ift.tt/3reZjE8
No hay comentarios:
Publicar un comentario