Resultó extraño el incidente en que una alcaldesa electa de la Ciudad de México sufrió un golpe en la nariz, cuyo sangrado dio un aspecto dramático a las gráficas correspondientes a la acometida de un grupo de inminentes autoridades capitalinas contrarias al obradorismo, quienes, acompañadas de grupos de briosos simpatizantes, pretendieron romper la barrera policiaca que a petición de la presidenta panista del Congreso local se había montado para proteger la sesión de diputados que a esas horas se realizaba.
de La Jornada: Política https://ift.tt/3mLKee2
No hay comentarios:
Publicar un comentario