El 21 de abril de 2013, tres policías de Tlahualilo, Durango, estaban en servicio cuando fueron alcanzados por elementos de la Marina y de la Fiscalía General del estado, quienes los detuvieron sin informar los motivos. Golpearon a los detenidos y, “aun sin tener calidad de presuntos responsables”, los interrogaron sobre un secuestro y la muerte de dos personas. Después los entregaron a la autoridad ministerial de la entidad donde se permitieron actos de tortura en su contra.
de La Jornada: Política http://bit.ly/2GWjqEX
No hay comentarios:
Publicar un comentario