Los albergues de migrantes en Ciudad de México nacieron por falta de espacio y para proporcionar refugio a las personas en situación de movilidad. El cierre del campamento temporal en el Faro Tláhuac recuerda la necesidad que tienen estos espacios permanentes en materia de recursos, tanto materiales como humanos, destacó en entrevista Gabriela Hernández, directora de Casa Tochán.
de La Jornada: Política http://bit.ly/2rZtK4H
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