Los pueblos originarios de la Ciudad de México, al igual que los del resto del país, tienen derecho a ser consultados sobre las obras que empresarios, al amparo de gobiernos locales, pretenden construir sobre sus territorios. Esto, que es obvio y legal, quedó claro en el amparo que ganó el pueblo de Santa María Tepepan, en Xochimilco, contra la plaza comercial Terrazas Arenal, pero parece que el alcalde José Carlos Acosta Ruiz no se enteró, o no le pareció bien, que el pasado 31 de mayo el juzgado décimo de distrito en materia adminis-trativa de la Ciudad de México reconociera el derecho de la comunidad a la consulta previa, libre e informada.
de La Jornada: Política http://bit.ly/2N2ai4s
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