Los libros, como la mayoría de los objetos en las sociedades capitalistas, tienen un estatuto de mercancías. Éstas son el dispositivo a través del cual el capital se reproduce y constituyen las subjetividades dóciles y productivas. Una de las vías para quebrar el circuito de las mercancías es mantener el valor de uso de los objetos. El libro Antimonumentos. Memoria, verdad y justicia, editado por la Fundación Heinrich Böll Stiftung en 2020, intenta operar desde este punto de vista en un sentido peculiar.
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