Para el obispo de Celaya, Benjamín Castillo Plascencia, el activismo del sacerdote Alejandro Solalinde lo muestra como un chicharronero. El titular de la diócesis celayense aseguró que Solalinde no acata los dictámenes de la Iglesia católica, no está en comunión con su obispo y es protagonista porque le gusta que lo sigan las cámaras televisivas. ¿Por qué hizo señalamientos tan excesivos?
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