Nadie tenía un ápice de duda sobre el motivo del mensaje presidencial este 27 de noviembre. Las apuestas corrían sobre si Enrique Peña Nieto llevaría su condición de gran elector de su partido hasta anunciar la decisión sobre José Antonio Meade para contender por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia, o si se quedaría en la formalidad de dar el adiós como secretario de Hacienda y designar a su relevo.
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