La reforma constitucional que permitirá la creación de la Guardia Nacional será posible por la decisión presidencial de dotarla de un “mando civil”. Para sus fines fue un acierto. Con tal arrojo, México, su Presidente y su gobierno pronto estarán montados en el lomo de dos indóciles caballos: 1. La construcción ágil de una institución de magnitudes y complejidad apenas anticipadas y 2. La expectativa de alcanzar rápidos resultados en bien de la seguridad pública.
de La Jornada: Política http://bit.ly/2TcB7S3
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