Son unos cuantos, pero hacen mucho ruido en las redes y los medios. Por el otro lado, he visto a miles en las calles y en las plazas aclamarlo; saludarlo en la tiendita, en la sala de espera del aeropuerto, tomarse una foto con él, pedirle la firma de un libro, comprar los ejemplares de sus novelas menos logradas por cientos de miles, y las de sus mejores libros, por millones. Y sin embargo, hay quienes lo detestan… ¿Por qué?
de La Jornada: Política http://bit.ly/2TepxWs
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