Tuvo la Cancillería mexicana su sede tanto tiempo en Tlatelolco y ocurrieron en ella tantas cosas importantes –además de la sangrienta agresión del 2 de octubre de 1968–, que la palabra, cuyo significado en náhuatl es “terraplén” o “mogote”, se ha convertido en una suerte de sinónimo de la política exterior mexicana. Lo mismo sucedió en Brasil con Itamaratí, barrio de Río de Janeiro que fue abandonado por la cancillería de ese país cuando la capital se trasladó a Brasilia.
de La Jornada: Política https://ift.tt/2OD4Wdi
No hay comentarios:
Publicar un comentario