El escándalo de Nxivm que involucra a Carlos Emiliano Salinas, hijo del ex presidente Carlos Salinas, ha alcanzado notoriedad porque toca a varios cachorros de la clase política mexicana. Sin embargo, se deja de lado el proceder de muchas empresas que con el fin de alcanzar máximas utilidades incurren en adoptar actitudes e identidades propias de cofradías religiosas. Es decir, una identidad empresarial cercana a la de una secta. El adjetivo “secta” me parece tóxico porque ha sido usado para descalificar expresiones religiosas diferentes a la mayoritaria, especialmente usada contra los movimientos evangélicos. Pese a ello, secta es un concepto de investigación académica acuñado por Max Weber para caracterizar el comportamiento de algunas minorías religiosas.
de La Jornada: Política http://bit.ly/2WsQkDv
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