viernes, 31 de mayo de 2019

Julio Hernández López: Astillero

Por la mañana, el presidente de México y sus operadores legislativos daban por superados todos los obstáculos y apremiaban al Senado a aprobar a la brevedad el nuevo tratado económico entre los tres países de Norteamérica (Ricardo Monreal, acomedido, preparaba ya sus implementos de trabajo aprobatorio). México había cumplido con la exigencia gringa de reformar la ley laboral, Estados Unidos había desmontado los aranceles al acero y el aluminio y Canadá avanzaba sin mayor problema: todo quedaba listo para el voto favorable de las respectivas cámaras.

de La Jornada: Política http://bit.ly/2Wyq22x

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