La piedra angular del capitalismo más desarrollado hoy radica en el libre intercambio de bienes y servicios, el mayor que sea posible concebir, oponiéndose tajantemente a todo tipo de regulaciones que negarían la plena libertad del intercambio. En una etapa de intenso desarrollo, el capitalismo exige la más amplia de las libertades. El problema es que cualquier medida restrictiva al mercado es vista por los inversionistas como una grave obstrucción a la libertad de mercado. Haciendo alusión al mercado en su época, Tony Blair nos dice que la Comunidad Económica Europea, no obstante las contradicciones que se adivinan en su seno, debería ser a la postre el mejor ejemplo de una economía libre.
de La Jornada: Política http://bit.ly/2JgsB0T
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