La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reconoce que el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía (AISL) se hará en un sitio donde el suelo tiene alto riesgo de colapso de estructuras, aunque considera que se puede mitigar con una cimentación adecuada. También señala que las aves representan un riesgo para las operaciones aéreas y el proyecto generará impactos ambientales como ruido, emisión de gases y polvo a la atmósfera, que tendrán efectos adversos entre los trabajadores y la población.
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