Hasta la fecha no se ha escrito la historia de la desaparición del Partido Conservador durante la época de la República Restaurada, y en los años siguientes es equívoco suponer que se trató simplemente de un cambio de vestiduras, en el que los conservadores devinieron súbitamente liberales. En los barrios alejados de ciudades como Puebla, Orizaba y Tepic, en los pueblos de los Altos de Jalisco y el Altiplano de San Luis Potosí, incluso en las serranías más alejadas, se desató una cacería de conservadores. En juego estaba la reconfiguración detallada del poder local: cacicazgos, propiedad sobre las tierras, futuros negocios por la desamortización de los bienes de la Iglesia, presidencias municipales, más las rencillas personales. La mayoría de los futuros hacendados del porfiriato provendrían de las filas del ejército liberal y de esta redistribución de poderes.
de La Jornada: Política https://ift.tt/2qN3l9N
No hay comentarios:
Publicar un comentario