La Policía Federal, ubicada en la frontera sur como parte del operativo migrante, “tenía la orden de estar desarmada y fue agredida por personas que el domingo quisieron ingresar por la fuerza al país con palos, piedras, botellas e incluso algunas portaban armas y bombas molotov”, reiteró ayer el titular de la Secretaría de Gobernación (SG), Alfonso Navarrete Prida.
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