Cuando en 1982 España convocó a los países de América Latina a que procedieran a celebrar el V centenario del descubrimiento de América: 1992, la mayoría de los gobiernos envió representantes sobrecargados del españolismo más rancio. Salvo los comisionados mexicanos, todos los demás concurrentes en 1983 en la reunión de República Dominicana, donde se crearía la “Conferencia” ad hoc, se presentaron bien dispuestos a decir “¡Amen!”
de La Jornada: Política http://bit.ly/2IKhqzF
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