Se ha dado a conocer la decisión presidencial sobre la desaparición de las zonas económicas especiales (ZEE). Este hecho se había enunciado en entrevista ( La Jornada, 30/11/18). En aquel momento se vio como un atisbo esperanzador del necesario viraje frente al bloque de reformas estructurales que promovió el peñanietismo. Hoy damos cuenta de que la medida, aún por formalizarse, está lejos de implicar un replanteamiento a la línea marcada del impulso a megaproyectos a contrapelo de los derechos de los pueblos indígenas. Se trata de sustituir unos proyectos y unas regiones por otras. Así lo ha entendido el empresariado que, estando involucrado en las llamadas zonas económicas especiales, ahora habla de participar en el nuevo plan de inversiones.
de La Jornada: Política http://bit.ly/2GUGP7E
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