Revolución, matemáticas, camaradería y docencia fueron algunas de las batallas de Manuela Garín Pinilla, longeva mujer, migrante a los tres años de su natal Asturias a Cuba y después refugiada en Mexico. Mane, como le llamaban sus numerosísimos amigos, fue pionera en las ciencias, pasó cinco décadas de su vida enseñando en las aulas, madre del máximo exponente del movimiento estudiantil del 68 y de una notable bailarina, activista por la libertad de los presos políticos y reformadora de la docencia de las matemáticas en las escuelas y universidades del país. Ayer murió a las 6:45 de la mañana, tranquila, en su cama y sin alguna dolencia en particular. Había cumplido 105 años de fructífera vida este primero de enero.
de La Jornada: Política http://bit.ly/2ZL8Buy
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