miércoles, 22 de mayo de 2019

Julio Hernández López: Astillero

El golpe no fue en realidad, o solamente, para el secretario de Hacienda. Carlos Urzúa no es más que el impío ejecutor de las instrucciones restrictivas que en ciertas áreas del aparato gubernamental ha decidido el Presidente de la República para favorecer a otras, a costa de generar descontento y franca irritación en los segmentos afectados aunque, en contrapartida, haya otros ámbitos del primer piso de lo asistencial (el dinero en mano, los créditos a la palabra, por dar ejemplos) que se sienten sumamente beneficiados por el nuevo carrusel de la austeridad redistributiva.

de La Jornada: Política http://bit.ly/2JUuBO5

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