Una consecuencia de la pandemia es el ocio derivado de la reclusión. Dos de las actividades que en el encierro han abonado en la tarea de preservar nuestra salud mental son el repaso de algunas lecturas relegadas en el desván del tiempo y la posibilidad de ver algunas películas y series que se transmiten por televisión. Hay libros de historias y desventuras como Los Miserables, la magna obra de Víctor Hugo, que se desarrolla en la Francia del siglo XIX y que, guardadas proporciones y distancias, suena tan actual. La “pantalla chica” también nos ofrece la oportunidad de repasar la historia. Por ejemplo, la serie basada en la novela de Philip Roth, Complot contra América, que narra la intención de Charles Lindbergh de desplazar a Roosevelt de la presidencia de Estados Unidos, con el inocultable propósito de establecer una alianza de facto con Hitler e impedir que se sume a las fuerzas aliadas en la Segunda Guerra Mundial.
de La Jornada: Política https://ift.tt/3jjinOh
No hay comentarios:
Publicar un comentario