martes, 21 de julio de 2020

Magdalena Gómez: Divisionismo oficial y resistencia indígena

Entre el mar de problemáticas, es necesario insistir en que las que afectan a los pueblos indígenas y a sus comunidades están marcadas por el signo de continuidad, en especial en las políticas no escritas en ningún plan nacional, estatal o municipal de desarrollo. Me refiero a las prácticas consuetudinarias de promover el divisionismo en tiempos de resistencia y movilización. El ejemplo más reciente es el del pueblo guarijío frente a la construcción de la presa Bicentenario-Los Pilares, iniciada, para variar, sin consulta, en 2012, por lo cual se interpuso un amparo un año después y fue resuelto en marzo de 2019, ordenando la suspensión de la obra hasta que se realizara una consulta. No se cumplió tal decisión judicial y hoy comunidades guarijías enfrentan el peligro inminente de quedar inundadas y aisladas, pues el 8 de julio las compuertas de la presa se cerraron y dio inicio la inundación del embalse. Su exigencia al gobierno federal es que abran la compuerta para que baje el nivel de la nueva presa y puedan nuevamente transitar (Red Kabueruma). En este caso, la operación de divisionismo tuvo su punto culminante en la gira presidencial Diálogo con los pueblos indígenas, evento de San Bernardo, Álamos, Sonora, el 25 de octubre de 2019. El representante Juan Rodríguez Azueta expresó las demandas de los guarijíos e inició con la petición de acompañamiento jurídico y social para el caso de la presa Pilares para que se respeten las decisiones que el pueblo guarijío ha tomado al respecto. Agregó: “Los gobernadores ya están en la mejor disposición para la conclusión del proyecto de la presa y las autoridades y los integrantes de la etnia guarijío, ya que es un proyecto muy interesante que nos traerá impulso a la economía para elevar la calidad de la alimentación, la calidad de vida para un futuro mejor”. De inmediato la gobernadora Claudia Pavlovich respaldó la postura y el Presidente se comprometió a aportar 600 millones de pesos para terminar la obra y señaló: “Va a depender de los guarijíos, porque no se va a imponer nada” y ofreció regresar para inaugurarla. Sin acceso al evento oficial, José Romero Enríquez, gobernador tradicional de la colonia Macurahui, en San Bernardo, entregó una carta donde informó al presidente López Obrador de la afectación a sus tierras con la presa.

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