Ante el asesinato de 28 internos de un centro clandestino de rehabilitación en Irapuato, Guanajuato, la diócesis de esta entidad pidió que no queden en el olvido y se haga justicia. “No podemos acostumbrarnos al crimen y a la violencia y pasar indiferentes ante la muerte”, señaló.
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