Las elecciones de este 2 de junio son la primera prueba para Morena como partido en el gobierno, pero a la vez, implica un reto mayor para esta fuerza política al llegar a las campañas en medio de una fractura en crecimiento, principalmente en Puebla, Durango, Baja California y Tamaulipas, donde la militancia morenista se ha encargado de impugnar y reclamar imposiciones de la dirigencia de ese instituto.
de La Jornada: Política http://bit.ly/2GzSuZm
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