Tapachula, Chis., La frontera sur está a prueba. Todo comenzó en octubre pasado, cuando la avalancha de migrantes de Centroamérica hacia el norte adoptó nuevas y más desafiantes formas de hacer el viaje para enfrentar al Goliat último en nuestra otra frontera. La rápida transformación de este flujo humano a través de México tiene rebasadas a las organizaciones civiles que tratan de apoyarlos en las puertas de entrada nacionales. Es el caso del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova o las diversas casas del migrante de la Iglesia católica. También ha puesto contra la pared a las instituciones gubernamentales como el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, que están, si cabe, aún más rebasadas.
de La Jornada: Política http://bit.ly/2VmBhKX
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