Son los días de julio de 2014. Están llegando los estudiantes de nuevo ingreso a la Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero. El inicio del ciclo escolar inyecta nuevos bríos a estas escuelas asfixiadas presupuestalmente y perseguidas por los gobiernos. Hay optimismo y algarabía de los recién ingresados que andan en los módulos de producción sembrando la tradicional flor de crisantemo. En Día de Muertos hay que venderla para generar un ingreso para la escuela.
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