Tuvo un aterrizaje forzado el tema de la primer oficial de una línea aérea que desde una cuenta de redes sociales habló de que “debería dejar caer una bomba en el Zócalo” durante las celebraciones patrias encabezadas por el presidente López Obrador: su propia empresa movió de asignación laboral a Jimena García, primer oficial de vuelo que desató una intensa actividad en el mundillo de las opiniones internéticas polarizadas y, de paso, a otra empleada de Interjet, Gabriela García Garza, quien se había solidarizado con las expresiones de Jimena.
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