Con rituales indígenas, el presidente Andrés Manuel López Obrador abrió ayer las puertas de Palacio Nacional a pueblos originarios para que participaran en la ofrenda Una flor para cada alma, en homenaje a los más de 91 mil fallecidos en el país por Covid-19. La pandemia “está causando mucho dolor y tenemos que recordar a nuestros difuntos como se hace en todos los pueblos con estos altares y ofrendas”, y en seguida él mismo encendió una vela como señal de vida y esperanza.
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