Luego de medio siglo de permitir que los ríos Atoyac-Zahuapan, Alseseca y Chinguiños sean basurero de 23 poblaciones de Puebla y 47 de Tlaxcala, y destino de los residuos de numerosas industrias; de prohijar que esas corrientes hídricas convirtieran la presa Valsequillo en un muladar, varias dependencias del gobierno federal y las de las citadas entidades anunciaron un programa para regresar la calidad ambiental a la contaminada cuenca del Atoyac-Zahuapan, de lo cual di cuenta el lunes pasado.
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