Cuando las madres y padres de familia irrumpieron en la escena nacional con motivo de la exigencia de presentación con vida de sus hijos, muchos vaticinaron que el movimiento y su lucha no duraría mucho tiempo, que se cansarían o terminarían divididos como otras tantas víctimas de graves violaciones a los derechos humanos en el país sin embargo, a más de tres años siguen firmes y dignos luchando por encontrar con vida a sus hijos. Un día están en una reunión, otro en una marcha, otro más haciendo caravanas y recorriendo el país para mantener viva la exigencia pero también para seguir llamando a diversas organizaciones y personas a unificar las luchas.
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