“Yo quiero ser ministro, de lo que sea, pero ministro”, le dijo el general Guadalupe Arroyo a sus amigotes, en la genial novela de Jorge Ibargüengoitia que muestra descarnadamente el talante de la clase política posrevolucionaria. Pululan quienes comulgan con esa “moral”. Veamos:
de La Jornada: Política https://ift.tt/3aOs5qb
No hay comentarios:
Publicar un comentario