Han transcurrido 14 años desde la tragedia de la mina de carbón en Pasta de Conchos, en el municipio de San Juan de Sabinas, Coahuila, en la que perdieron la vida 65 trabajadores mineros y sólo dos cuerpos pudieron rescatarse. Hoy permanecen sepultados y abandonados los restos de 63 hombres valientes en el fondo de la tierra, a 120 metros de profundidad, sin que se haga justicia para las familias, en un hecho que pudo haberse evitado, pero por la ambición y avaricia, la cobardía y la negligencia criminal de Grupo México, dueño de la concesión, que preside Germán Feliciano Larrea Mota Velasco, no se haya querido o siquiera intentado seriamente rescatar a los caídos.
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