Consolidado el golpe de 1973, los partidos de oposición, que habían colaborado con el golpe, buscaron a Augusto Pinochet, creyendo que les tocaba a ellos. Pinochet fue inflexible y les dijo que su generación ya no vería elecciones en Chile y que los registros electorales acababan de quemarse. Para tratar de formalizar esta visión, la dictadura impuso una nueva Constitución en Chile, en pleno estado de sitio, en 1980.
de La Jornada: Política https://ift.tt/2HGqtm9
No hay comentarios:
Publicar un comentario