Este 10 de marzo, hace exactamente 70 años, los trabajadores mineros se hicieron presentes en la Ciudad de México y llegaron a la Plaza de la Constitución para hacer valer sus derechos constitucionales de petición y de audiencia con el entonces presidente Miguel Alemán (1946-52), quien faltó a ellos y no los recibió. Les fueron cerradas las puertas de Palacio Nacional, como cerrada fue la posición de la autoridad laboral federal, en tanto mantenía una actitud represiva sobre un movimiento obrero que, a través del gremio minero, se había salido del control gubernamental impuesto en ese sexenio, con líderes corruptos, a los sindicatos nacionales.
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