Madrid. En medio de la crisis diplomática a tres bandas entre México, España y Bolivia, el gobierno ibérico encabezado por el socialista Pedro Sánchez ordenó expulsar a tres miembros de la embajada de Bolivia en España, a los que dio 72 horas para abandonar el país. Se trata de una medida de reciprocidad y como respuesta a que la presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, declaró personas non gratas a la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado; a la encargada de negocios de España en la nación andina, Cristina Borreguero; al cónsul de España en La Paz, Álvaro Fernández, y “al grupo de los presuntamente diplomáticos encapuchados y armados” que asistieron a un acto conjunto.
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