La columneta anterior me acarreó una serie de opiniones tan militantes como contradictorias. Algunos varones me aplaudieron entusiastamente la abierta reivindicación que, según ellos, con valentía, arrojo y sin falsos pudores realicé del acto libertario, independentista, cálido, íntimo, imaginativo, espiritual que permite a voluntad la explosión de nuestra libido (misma que bien operada suele dejarnos lívidos). Una pequeña aclaración, nada más para aprovechar el momento: libido, término de origen freudiano, es una palabra de género femenino. O sea, cuidado con el vocablo.
de La Jornada: Política https://ift.tt/2TscKS6
No hay comentarios:
Publicar un comentario